La exposición Jugando, cuento, muestra una selección representativa de obras escultóricas y objetuales creadas por la artista durante casi cuatro décadas de trayectoria artística. Esta es la primera muestra que revisa su producción desde finales de los años ochenta hasta la actualidad.
Esta exposición tiene como objetivo principal resignificar y dar relevancia a las aportaciones de Mertxe Sueskun en el campo de la escultura y contrarrestar, de algún modo, su discreta presencia en el contexto artístico local.
Este proyecto de comisariado ha supuesto un trabajo de investigación y de escucha atenta, de relación con la artista y con sus obras.
Un trabajo de selección esmerada de obras para la exposición, realizado desde mi propia perspectiva e intuición, como escultora, como alguien que también practica la escultura, sabiendo que la intuición es la guía del pensamiento.
Este proyecto de comisariado ha sido una exploración sobre sus referentes, sobre los significados y la evolución de la obra, y sobre otros aspectos del proceso creativo, tales como la memoria, el habitar, la formalización y la materialidad.
Mertxe explica que se acercó al arte por casualidad «como quien se tira al agua». Esta casualidad inicial se ha ido convirtiendo, a lo largo de más de cuatro décadas, en algo necesario y sostenido. Lo que empezó por azar se convierte en necesidad. Pero, ¿cómo se explica esta trayectoria, prueba de persistencia y resistencia, si no hubiera algo muy importante en juego?
La trayectoria de Mertxe Sueskun me hace ver la afinidad fundamental que existe entre la obra de arte y el acto de resistencia. Su trayectoria es así un reflejo de su verdad personal.
Su práctica en el arte le permitió trascender los límites impuestos que marcaban a las mujeres de su generación.
Y uno de los límites es la falta de reconocimiento, algo común entre las artistas mujeres (no solo de su generación), una realidad que entiendo el Museo de Navarra busca rectificar y reparar.
Junto con Ane Lekuona, doctora en historia del arte y profesora de la Universidad del País Vasco, hemos indagado en su formación y sus inicios en la Escuela de Deba y en Arteleku, tomando en cuenta también lo afectivo y lo emocional en su proceso de aprendizaje.
Esta investigación se ha plasmado en dos textos incluidos en el catálogo que acompaña la exposición. Uno de ellos escrito por mí misma y otro por Ane Lekuona que ha complementado mi enfoque con una visión más historiográfica.
Me ha interesado especialmente realizar una lectura de la obra de Mertxe Sueskun desde teorías actuales como es el «giro material», que plantea un retorno a pensar en la materialidad de la obra y en la agencia de las cosas. Se trata de desvelar sus condiciones materiales, su complejidad procesual y su cualidad presencial. Y creo que esto puede conectar con una mirada más contemporánea.
Y centrándonos propiamente en la exposición…










La obra no se presenta, mediante un recorrido cronológico o por etapas.
La exposición se compone de 52 obras. Siendo una de ellas un conjunto de 94 piezas de bocetos y obra procesual.
Estas 52 obras están agrupadas en grandes conjuntos que he llamado constelaciones, que no responden a criterios temáticos, sino que son agrupaciones basadas en características formales, materiales y afectivas. El diseño museográfico de la exposición, realizado por Conjunta Proyectos, está estrechamente inspirado en esta idea de constelación.
Estas constelaciones responden a 4 constantes en la obra de Mertxe Sueskun.
1. Gramáticas textiles
Desde 1988 y hasta la actualidad, Mertxe Sueskun emplea fibras vegetales, telas y técnicas textiles en una extensa serie de obras escultóricas. Estas creaciones traen al presente recuerdos de su infancia, evocaciones de la casa, el agua y la naturaleza.
Lo textil es entendido no como una práctica artística cerrada en sí misma sino integrada en el hacer coexistiendo con otros materiales.
Imagino el trabajo meticuloso que realizan las manos de Mertxe, sus dedos que atan y desatan con paciencia. Acariciar, tejer, anudar, hilar, peinar, cepillar, entrelazar y desenredar son gestos cotidianos. Son gestos maternales sobre el material. Guiño a Natalia Isla en el 2023.
2. Vocabularios geométricos
La geometría es el fundamento de la escultura de Mertxe Sueskun.
Ha sido fiel a lo largo de toda su trayectoria a un lenguaje de formas geométricas y esenciales, pero diferenciándose de lo estrictamente abstracto.
Es una geometría no reñida con lo figurativo. La artista dota a su obra de una intención referencial. Una geometría sensorial que dialoga con lo terrenal, lo orgánico y lo vital, con lo maternal y lo femenino.
El círculo ocupa un papel especial en el imaginario formal de Mertxe Sueskun y en la exposición se ve cómo explora las infinitas posibilidades formales que ofrece.
Aquí las manos de Mertxe son las manos que miden, que miden el hueco en que acomodarse y adaptarse. “Yo me acomodo, me adapto al hueco”, la propia artista suele repetir.
3. Poemas materiales
Mertxe Sueskun es una recolectora incansable de materiales y objetos.
La utilización de objetos manufacturados y restos de materiales industriales y prefabricados, es una constante también en su obra.
Trabaja con los restos, los fragmentos y lo accidental. Saca del anonimato estos materiales de la producción masiva y extrae significados, evocaciones, valores afectivos y simbólicos.
Las manos de Mertxe Sueskun ordenan, reordenan, cuentan: “Uno, dos, tres, cuatro…” y así comienza un cuento, un relato poético que se hace cargo de las cosas del mundo y las transforma en poesía, ave, flor, movimiento y ritmo. Poesía a ras de tierra.
4. Los espacios de juego. El juego del arte o el arte como juego.
La obra de Mertxe Sueskun está abierta al juego y al azar de la experiencia.
Desde finales del 2000 hasta la actualidad, ha desarrollado un trabajo continuado con diversos materiales y estructuras geométricas —como cajas, retículas y mosaicos— y juega con ellas como formas de habitar y de acomodo.
El tablero de juego es el reino de MS. Un juego muy serio en el que MS se divierte.
Sus manos juegan y jugando, cuentan, miden y acarician.
